lunes, 30 de marzo de 2009

Dia 35. El Poder de Dios en tu debilidad




Somos débiles... sin embargo por el poder de Dios viviremos con él para servirlos a ustedes. 2 Corintios 134 (NIV)
Estoy contigo; eso es todo lo que necesitas. Mi poder se manifiesta más en gente débil. 2 Corintios 129a (LB)
Dios se deleita en usar a las personas débiles.
Todos tenemos debilidades. De hecho, usted tiene su lista de defectos e imperfecciones físicas, emocionales, intelectuales y espirituales. Es probable que tenga circunstancias incontrolables que le debiliten, tales como limitaciones financieras o relacionales. El asunto más importante es qué hace con esas circunstancias. Usualmente negamos nuestras debilidades, las defendemos, las excusamos, las escondemos y las resentimos. Esto previene que Dios las use de la manera que El desea.
Dios tiene una perspectiva diferente de nuestras debilidades. El dice, “Mis pensamientos y mis caminos son más elevados que los de ustedes,” 1 por tanto a menudo El actúa en maneras que son exactamente opuestas a las que esperamos. Pensamos que Dios sólo quiere usar nuestras fortalezas, pero El también quiere usar nuestras debilidades para su gloria.
La Biblia dice, “Dios escogió deliberadamente... lo que el mundo considera débil, para avergonzar a los fuertes.” 2 Sus debilidades no son un accidente. Deliberadamente Dios las permitió en su vida con el propósito de demostrar Su poder a través de usted.
Dios nunca se ha impresionado con la fuerza o la autosuficiencia. De hecho, a El lo atraen personas que son débiles y que lo admiten. Jesús consideró este reconocimiento de nuestra necesidad, como ser “pobre en espíritu.” Es la actitud número uno que Dios bendice. 3
La Biblia está llena de ejemplos de cómo Dios se deleita en usar a personas imperfectas y ordinarias para hacer cosas extraordinarias a pesar de sus debilidades. Si Dios sólo usara a personas perfectas, nunca se haría nada porque ninguno de nosotros es sin defecto. El hecho que Dios usa a personas imperfectas es muy alentador para todos nosotros.
Una debilidad, o “un aguijón,” como lo llamó Pablo, 4 no se trata de un pecado o un vicio o un defecto de carácter que se puede cambiar como la gula o la impaciencia. Una debilidad es cualquier limitación que heredó o que no tiene poder para cambiar. Puede ser una limitación física, como un impedimento, una enfermedad crónica, tener una bajo nivel de energía nato o una discapacidad. Puede ser una limitación emocional, tal como la cicatriz de un trauma, una memoria dolorosa, una idiosincrasia de personalidad o una disposición hereditaria.
O puede ser una limitación intelectual o de talentos. No todos somos super inteligentes o talentosos.
Cuando piensa en la limitación en su vida, quizá se sienta tentado a concluir, “Dios nunca podría usarme.” Pero Dios jamás es limitado por nuestras limitaciones. De hecho, El se deleita en poner Su gran poder en vasos ordinarios. La Biblia dice, “Somos como vasos de barro en los que este tesoro ha sido puesto. El poder verdadero viene de Dios y no de nosotros.” 5 Como vasos de barro, somos frágiles, con defectos y nos quebramos fácilmente. Pero Dios nos usará si le permitimos que trabaje por medio de nuestras debilidades. Para que eso ocurra, tenemos que seguir el modelo de Pablo.

Admita sus debilidades. Acepte sus imperfecciones. Deje de pretender que lo tiene
todo bajo control y sea franco con usted mismo. En lugar de vivir en negación o de dar excusas, tómese el tiempo para identificar sus debilidades personales. Quizá quiera hacerse una lista de ellas.
Dos grandes confesiones en el Nuevo Testamento ilustran lo que necesitamos para vivir saludablemente. La primera fue la de Pedro, quien dijo a Jesús, “Tú eres el Cristo, el hijo del Dios vivo.” 6 La segunda confesión fue la de Pablo, quien le dijo a una multitud que literalmente lo estaba adorando, “Sólo somos seres humanos como ustedes.” 7 Si quiere que Dios lo use, tiene que saber quién es Dios y tiene que saber quién es usted. Muchos cristianos, especialmente los líderes, se olvidan de la segunda verdad: ¡Sólo somos humanos! Si es necesario que pase por una crisis para admitir esto, Dios no vacilará en permitirla porque El lo ama.

Conténtese con sus debilidades. Pablo dijo, “Estoy alegre de gloriarme en mis debilidades, para que el poder de Cristo trabaje por medio de mí. Como sé que todo es para el bien de Cristo, estoy muy contento con mis debilidades.” 8 A primera vista, esto no tiene sentido. Queremos ser libres de nuestras debilidades, ¡no estar contentos con ellas! Pero estar contento es una expresión de fe en la bondad de Dios. Lo que dice es, “Dios, creo que me amas y creo que sabes qué es lo mejor para mí.”
Pablo nos da varias razones para estar contentos con nuestras debilidades natas. Primero, nos causan que dependamos en Dios. Refiriéndose a su propia debilidad, la cual Dios rehusó quitarle, Pablo dijo, “Estoy muy feliz acerca del ‘aguijón’... porque cuando soy débil, entonces soy fuerte – mientras menos tenga, más dependo de él.” 9 Cuando sea que se sienta débil, Dios le está recordando que dependa de Él.
Nuestras debilidades también nos previenen de la arrogancia. Nos mantienen humildes.
Pablo dijo, “Para que nada se me subiera a la cabeza, se me dio un impedimento para mantenerme en constante contacto con mis limitaciones.” 10 A menudo Dios junta una gran debilidad con una gran fortaleza para mantener nuestros egos bajo control. Una limitación puede actuar como un regulador para prevenirnos de que vayamos muy rápido y de que nos adelantemos a Dios.
Cuando Gedeón reclutó un ejército de 32,000 soldados para pelear contra los madianitas, Dios lo redujo a 300, haciendo las probabilidades de victoria 450 a 1 cuando fueron a pelear contra 135,000 soldados enemigos. Parecía ser un plan para el desastre, pero Dios lo hizo para que Israel supiera que fue el poder de Dios, no su propia fuerza, lo que lo salvó.
Nuestras debilidades también nos motivan a tener comunión con otros creyentes.
Mientras que la fortaleza genera un espíritu independiente (“No necesito a nadie”), nuestras limitaciones muestran cuánto nos necesitamos los unos a otros. Cuando juntos entretejemos los hilos débiles de nuestras vidas, se crea una cuerda de gran fuerza. Vance Havner dijo humorosamente, “Los cristianos, como copos de nieve son frágiles; pero cuando se juntan pueden parar el tráfico.”
Más que todo, nuestras debilidades aumentan nuestra capacidad para sentir simpatía y para ministrar. Nos sentimos más inclinados a ser compasivos y considerados de las debilidades de otros. Dios quiere que tenga un ministerio que refleje a Cristo en la tierra. Esto significa que otras personas van a encontrar sanación por medio de las heridas que ha sufrido.
Sus mensajes de vida más impactantes y su ministerio de más efectividad procederán de sus heridas más profundas. Las cosas que más lo apenan, las que más lo avergüenzan y las que más duda en compartir son las herramientas exactas que Dios puede usar más poderosamente para sanar a otros.
El gran misionero Hudson Taylor dijo, “Todos los gigantes de Dios eran personas débiles.”
La debilidad de Moisés era su enojo. Lo condujo a que matara a un egipcio, que golpeara la roca cuando estaba supuesto a sólo hablarle y que quebrara las tablas de los Diez Mandamientos. Sin embargo, Dios transformó a Moisés en el hombre más humilde de la tierra.11
La debilidad de Gedeón era su poca autoestima y sus profundas inseguridades, pero Dios lo transformó en un hombre poderoso y valiente. 12 La debilidad de Abraham era el temor.
No una vez, sino dos veces, dijo que su esposa era su hermana para protegerse. Pero Dios transformó a Abraham en el padre de todos los que tienen fe. 13 Impulsivo y de voluntad débil, Pedro se convirtió en “una roca”14; David, el adúltero, se convirtió en un hombre conforme al corazón de Dios, 15 y Juan, uno de los arrogantes “Hijos Del Trueno” se convirtió en el “Apóstol Del Amor.”
Y la lista podría continuar. “Tomaría mucho tiempo hablarles de las historias de fe de... Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y de todos los profetas... sus debilidades fueron convertidas en fortalezas.”16 Dios se especializa en convertir debilidades en fortalezas. El quiere tomar su mayor debilidad y transformarla.

Comparta francamente sus debilidades. El ministerio comienza con la vulnerabilidad.
Cuanto más baje su guardia, se quite su máscara y comparta sus luchas, Dios será más capaz de usarlo en servir a otros.
Pablo modeló la vulnerabilidad en todas sus cartas. El compartió abiertamente:
· Sus fracasos: “Cuando quiero hacer el bien, no lo hago, y cuando trato de no hacer el mal, de todas maneras lo hago.” 17
· Sus sentimientos: “Les he dicho todos mis sentimientos.” 18
· Sus frustraciones: “Fuimos aplastados y completamente abrumados y pensamos que nunca saldríamos vivos.” 19
· Sus temores: “Cuando vine a ustedes, me sentía débil y atemorizado y tembloroso.” 20
Por supuesto que ser vulnerable es un riesgo. Puede ser aterrador bajar sus defensas y abrir su vida a otros. Cuando revela sus fracasos, sus sentimientos, sus frustraciones y sus temores, se está arriesgando a que lo rechacen. Pero los beneficios hacen que valga la pena arriesgarse. La vulnerabilidad es emocionalmente liberadora. Abrirse le quita el estrés, neutraliza sus temores y es el primer paso a la libertad.
Ya hemos visto que Dios “le da gracia al humilde,” pero muchos mal interpretan la humildad. La humildad no es menospreciarse a sí mismo o negar sus fortalezas; es ser franco acerca de sus debilidades. Cuanto más franco sea, más recibirá la gracia de Dios. Recibirá también de la gracia de otros. La vulnerabilidad es una cualidad que atrae; nos sentimos atraídos naturalmente a personas humildes. La pretensión repele pero la autenticidad atrae, y la vulnerabilidad es el camino a la intimidad.
Por eso es que Dios quiere usar sus debilidades, no sólo sus fortalezas. Si todo lo que la gente ve son sus fortalezas, se desanimarán y pensarán, “Bueno, eso está bien para él, pero yo nunca seré capaz de hacer eso.” Pero cuando ven a Dios usándolo a pesar de sus debilidades, los anima a pensar, “¡Tal vez Dios puede usarme!” Nuestras fortalezas crean competencia, pero nuestras debilidades crean comunidad.
Va a llegar un momento en su vida en que tendrá que decidir si quiere impresionar a las personas o las quiere influenciar. Puede impresionar a las personas desde la distancia; pero tiene que acercárseles para influenciarlas, y cuando haga eso, podrán ver sus defectos. Y eso está bien. La cualidad esencial para el liderazgo no es la perfección sino la credibilidad. Las personas tienen que ser capaces de confiar en usted o no lo seguirán. ¿Cómo puede aumentar su credibilidad? No pretendiendo ser perfecto sino siendo franco.

Gloríese de sus debilidades. Pablo dijo, “Voy a gloriarme sólo de lo débil que soy y de qué tan grande que es Dios para usar tanta debilidad para su gloria.” 21 En lugar de proyectarse como una persona segura de sí misma e invencible, véase como un trofeo de la gracia de Dios.
Cuando Satanás le apunte sus debilidades, no lo contradiga sino que llene su corazón de alabanza para Jesús, que “entiende cada debilidad de nosotros,” 22 y para el Espíritu Santo, que nos “ayuda en nuestras debilidades.” 23
Algunas veces, sin embargo, Dios convierte una fortaleza en una debilidad para usarnos aún más. Jacob era un manipulador que se pasó haciendo tramas y después huía de las consecuencias. Una noche luchó con Dios y le dijo, “No te dejaré ir hasta que me bendigas.”
Dios dijo, “Está bien,” pero después agarró el músculo de Jacob y le dislocó su cadera. ¿Cuál es el significado de eso? Dios tocó la fuerza de Jacob (el músculo del muslo es el más fuerte del cuerpo) y lo convirtió en una debilidad. Desde ese día en adelante, Jacob caminó cojeando de manera que nunca más se correría de nada. Lo forzó a depender en Dios le gustara o no. Si quiere que Dios lo bendiga y lo use grandemente, tiene que estar dispuesto a caminar cojeando por el resto de su vida, porque Dios usa a personas débiles.

Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar: Dios trabaja mejor cuando admito mi debilidad.
Un Versículo Para Recordar: "Mi gracia es suficiente para ti, mi poder es hecho perfecto en la debilidad." 2 Corintios 129a (NIV)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Estoy limitando el poder de Dios en mi vida al tratar de esconder mis debilidades? ¿En qué necesito ser transparente para que pueda ayudar a otros?


Publicado por Edgar Peroza "Edu"

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domingo, 29 de marzo de 2009

Dia 34. Mentalidad de siervo



Mi siervo Caleb piensa diferente y me sigue radicalmente. Números 1424 (NCV)
Piensen en ustedes de la misma manera que Cristo Jesús pensó de sí. Filipenses 25 (Msg)
El servicio empieza en su mente.
Ser siervo requiere un cambio mental, un cambio en sus actitudes. Dios siempre está más interesado en por qué hacemos algo que en lo que hacemos. Las actitudes cuentan más que los logros. El rey Amasías perdió el favor de Dios porque “él hizo lo correcto en los ojos del Señor, pero no con un verdadero corazón.” 1 Los siervos genuinos sirven a Dios con una mentalidad que tiene cinco actitudes.

Los siervos piensan más en otros que en sí mismos.

Los siervos se enfocan en otros, no en ellos mismos. Esta es la verdadera humildad: no que pensemos menos de nosotros mismos sino que pensemos menos en nosotros mismos. Se olvidan de sí mismos. Pablo dijo, “Olvídense de ustedes mismos por un tiempo para que extiendan una mano ayudadora.” 2 Esto es lo que significa “perder la vida” – olvidarse de usted mismo en el servicio de otros. Cuando dejamos de enfocarnos en nuestras propias necesidades, nos hacemos conscientes de las necesidades a nuestro alrededor.
Jesús “se vació de sí mismo al tomar la forma de un siervo.” 3 ¿Cuándo fue la última vez que usted se vació de usted mismo para el beneficio de otro? No puede ser un siervo si está lleno de sí mismo. Es sólo cuando nos olvidamos de nosotros mismos que hacemos las cosas que merecen ser recordadas.
Desgraciadamente, bastante del servicio que hacemos es a menudo para servirnos a nosotros mismos. Servimos para hacer que le gustemos a otros, para ser admirados o para lograr nuestras metas. Eso es manipulación, no ministerio. Mientras servimos así, lo que hacemos en realidad es sólo pensar en nosotros mismos todo el tiempo, qué noble y qué maravillosos que somos. Algunas personas tratan de usar su servicio como un instrumento para hacer tratos con Dios: “Dios, haré esto por ti, si haces esto por mí.” Los siervos genuinos no tratan de usar a Dios para sus propios propósitos. Dejan que Dios los use para Sus propósitos.
Esta capacidad de olvidarnos de nosotros mismos, como la fidelidad, es extremadamente rara. De todas las personas que Pablo conocía, Timoteo fue el único ejemplo que Pablo podía dar. 4 Pensar como siervo es difícil porque reta el problema básico de mi vida: soy, por naturaleza, egoísta. En lo que más pienso es yo. Por eso es que la humildad es una lucha diaria, una lección que tengo que aprender una y otra vez. Las oportunidades de ser siervo me confrontan docenas de veces al día, en las que se me da la escogencia de decidir entre satisfacer mis necesidades o las necesidades de otros. Negarse a uno mismo es el centro de lo que significa ser un siervo.
Podemos medir nuestro corazón de siervo por medio de cómo respondemos cuando otros nos tratan como siervos. ¿Cómo reacciona cuando lo ignoran o le dan órdenes o lo tratan como inferior? La Biblia dice, “Si alguien se aprovecha injustamente de ustedes, usen la ocasión para practicar la vida de siervo.” 5

Los siervos piensan como administradores, no como dueños.
Los siervos recuerdan que Dios es el dueño de todo. En la Biblia, un mayordomo era un siervo encargado de administrar toda una hacienda. José fue esa clase de siervo cuando era prisionero en Egipto. Potifar puso a José encargado de toda su casa. Después el carcelero puso a José encargado de la cárcel. Eventualmente el faraón puso a José encargado de toda la nación. El servicio y la administración van juntos, 6 ya que Dios tiene la expectación de que seamos dignos de confianza en ambos. La Biblia dice, “La cosa más importante que se requiere de tales siervos es que sean fieles a su dueño.” 7 ¿Cómo está administrando los recursos que Dios le ha encargado?
Para hacerse un siervo genuino tendrá que resolver el asunto del dinero en su vida. Jesús dijo, “Ningún siervo puede servir a dos señores... no puede servir a Dios y al Dinero.” 8 El no dijo, “No debería” sino que “No puede.” Es imposible. Vivir para el ministerio y vivir para el dinero son dos metas que se excluyen mutuamente. ¿Cuál va a escoger? Si es un siervo de Dios, no puede pasarse todo su tiempo ganando dinero. Todo su tiempo le pertenece a Dios. El insiste en una lealtad exclusiva, no en una fidelidad parcial.
El dinero tiene el mayor potencial de reemplazar a Dios en su vida. Más personas son desviadas del servicio por el materialismo que por un ninguna otra cosa. Dicen, “Después que logre mis metas financieras, voy a servir a Dios.” Esta es una absurda decisión que lamentarán por la eternidad. Cuando Jesús es su Señor, el dinero es su siervo, pero si el dinero es su Señor, se hace su esclavo. La riqueza ciertamente no es pecado, pero fallar en usarla para la gloria de Dios sí lo es. Los siervos de Dios siempre están más preocupados por el ministerio que por el dinero.
La Biblia es muy clara: Dios usa el dinero para probar su fidelidad como siervo. Por eso es que Jesús habló más del dinero que del cielo o del infierno. Él dijo, “Si no han sido dignos de confianza en el uso de las riquezas del mundo, ¿quién confiará en ustedes con las verdaderas riquezas?9 Cómo administra su dinero afecta cuánto Dios bendice su vida.
En el capítulo 31 mencioné que hay dos clases de personas: Edificadores del Reino y Edificadores de Riquezas. Ambos son dotados para hacer crecer un negocio, conseguir contratos o ventas y producir ganancias. Los Edificadores de Riquezas continúan amasando riquezas para ellos mismos no importa cuánto ganen; pero los Edificadores del Reino cambian las reglas del juego. Siguen tratando de hacer todo el dinero que puedan, pero lo hacen para compartirlo. Usan sus riquezas para financiar la iglesia de Dios y su misión en el mundo.
En la iglesia Saddleback, tenemos un grupo de ejecutivos y dueños de negocios que están tratando de ganar la mayor cantidad posible de dinero para expandir el reino de Dios.
Lo animo a que hable con su pastor y que empiece un grupo de Edificadores del Reino en su iglesia. Para más ayuda vea el apéndice 2.

Los siervos piensan en su trabajo, no en lo que otros están haciendo. No se comparan, critican o compiten con otros siervos o ministerios. Están demasiado ocupados haciendo el trabajo que Dios les ha dado.
La competencia entre los siervos de Dios es ilógica por muchas razones: todos estamos en el mismo equipo; nuestra meta es que Dios se vea bien, no nosotros mismos; hemos sido dados diferentes tareas; y todos hemos sido moldeados de una manera única. Pablo dijo, “No nos compararemos a otros como si uno de nosotros fuera mejor y el otro peor. Tenemos cosas muchísimas más interesantes que hacer con nuestras vidas. Cada uno de nosotros es un original.” 10
No hay lugar para celos infantiles entre los siervos. Cuando está ocupado sirviendo, no tiene tiempo para criticar. Todo el tiempo usado en criticar a otros es tiempo que puede ser usado para ministrar. Cuando Marta se quejó a Jesús que María no le estaba ayudando con su trabajo, perdió su corazón de sierva. Los siervos genuinos no se quejan de lo inmerecido, no se llenan de autocompasión y no se resienten de aquellos que no quieren servir. Simplemente confían en Dios y siguen sirviendo.
No es nuestro trabajo evaluar a otros siervos del Señor. La Biblia dice, “¿Quién eres tú para criticar el siervo de otro? El Señor determinará si su siervo ha sido exitoso.”11 Tampoco es nuestro trabajo defendernos de la crítica. Deje que su Señor maneje eso. Siga el ejemplo de Moisés, que mostró verdadera humildad ante su oposición, así como también lo hizo Nehemías, cuya respuesta a sus críticos fue simplemente, “Mi trabajo es demasiado importante para que lo pare ahora y... que los visite.” 12
Si sirve como Jesús, puede esperar ser criticado. El mundo, e incluso gran parte de la iglesia, no entiende lo que Dios valora. Uno de los actos de amor más bellos demostrado a Jesús fue criticado por los discípulos. María tomó la cosa más valiosa que poseía, un perfume caro, y lo derramó sobre Jesús. Su servicio extravagante fue llamado “un desperdicio” por los discípulos, pero Jesús lo llamó “significativo” 13 y eso era todo lo que importaba. Su servicio para Cristo nunca es desperdiciado, no importa lo que otros digan.

Los siervos basan su identidad en Cristo.
Porque recuerdan que son amados y aceptados mediante la gracia, los siervos no tienen que probar lo que valen. Voluntariamente aceptan trabajos que gente insegura consideraría debajo de la dignidad de ellos. Uno de los ejemplos más profundos de servir con un auto concepto seguro es cuando Jesús le lavó los pies a sus discípulos. Lavar los pies era el equivalente a ser un lustrador de zapatos, un trabajo sin status. Pero Jesús sabía quién era y por lo tanto, ese trabajo no afectó su concepto de sí mismo. La Biblia dice, “Jesús sabía que el Padre había puesto todas las cosas bajo su poder, y que había venido de Dios... entonces se levantó de la cena, se quitó su manto y se ciñó una toalla a la cintura.”14
Si va a ser un siervo, tiene que consolidar su identidad en Cristo. Sólo las personas seguras de sí mismas pueden servir. Las personas inseguras siempre andan preocupadas de cómo lucen a otros. Temen que se descubrirán sus debilidades y se esconden bajo capas de orgullo protectivo y de pretensiones. Cuanto más inseguro sea, más querrá que otros le sirvan y más necesitará la aprobación de otros.
Henri Nouwen dijo, “Para que podamos servir a otros, tenemos que morir a ellos; esto es, tenemos que dejar de medir nuestro significado y valor con la regla de medir de otros... así nos hacemos libres para ser compasivos.” Cuando basa su valor y su identidad en su relación con Cristo, es libre de las expectaciones de otros, y eso le permite verdaderamente servirlos mejor.
Los siervos no necesitan cubrir las paredes de su casa con placas y premios para validar su trabajo. No insisten en que sean llamados por títulos, y no se cubren con túnicas de superioridad. Los siervos encuentran los símbolos de status innecesarios, y no miden su valor por sus logros. “Puede que se alaben, pero la única aprobación que cuenta es la aprobación del Señor.”15
Si alguien tuvo la oportunidad en su vida de hacer alarde de sus conexiones y de mencionar nombres, fue Santiago, el medio hermano de Jesús. El tenía las credenciales de haber crecido con Jesús como su hermano. Sin embargo, en la introducción de su carta, el simplemente se refirió a sí mismo como “un siervo de Dios y del Señor Jesucristo.” 16 Cuanto más íntimo sea con Jesús, menos necesitará promocionarse.

Los siervos piensan en el ministerio como una oportunidad, no como una obligación.
Disfrutan de ayudar a las personas, de satisfacer necesidades y de hacer su ministerio. Sirven al Señor con gozo. 17 ¿Por qué sirven con gozo? Porque aman al Señor, porque están agradecidos por su gracia, porque saben que servir es el mejor uso de la vida y porque saben que Dios ha prometido una recompensa. Jesús prometió, “El Padre honrará y recompensará al que me sirva.”18 Pablo dijo, “El no olvidará lo duro que han trabajado por él y cómo han mostrado a él su amor al cuidar de otros cristianos.” 19
Imagínese qué pasaría si tan sólo 10 por ciento de todos los cristianos en el mundo tomaran en serio su papel de siervos genuinos. Imagínese todo el bien que se podría hacer. ¿Está dispuesto a ser una de estas personas? No importa cuál sea su edad, Dios lo usará si empieza a actuar y a pensar como un siervo. Albert Schweitzer dijo, “Las únicas personas felices son aquellas que han aprendido a cómo servir.”

Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar:
Para ser un siervo tengo que pensar como un siervo.
Un Versículo Para Recordar: "La actitud de ustedes debe ser igual a la de Cristo Jesús." Filipenses 25 (NIV)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Estoy generalmente más interesado en ser servido que en encontrar maneras de servir a otros?


Publicado por: Edgar Peroza "Edu"

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sábado, 28 de marzo de 2009

Dia 33. Cómo Actúan los verdaderos siervos




Cómo Actúan Los Siervos Genuinos
El que quiera ser grande tiene que hacerse un siervo. Marcos 1043 (Msg)
Podrán ver lo que son por lo que hacen. Mateo 716 (CEV)
Servimos a Dios al servir a otros.
El mundo define la grandeza en términos de poder, posesiones, prestigio y posición. Si usted puede exigir el servicio de otros entonces ha llegado a la cumbre. En nuestra cultura egoísta, con su mentalidad de yo primero, actuar como siervo no es un concepto popular.
Jesús, sin embargo, midió la grandeza en términos del servicio, no del status. Dios determina la grandeza de usted por medio de cuánta gente sirve, no de cuánta gente le sirve.
Esto es tan contrario a la idea de grandeza que tiene el mundo, que tenemos dificultades en entenderlo y ya no digamos en practicarlo. Los discípulos discutieron entre sí sobre de quién se merecía la posición de más prominencia, y, 2,000 años más tarde, líderes cristianos todavía siguen compitiendo por cómo obtener una posición y prominencia en las iglesias, denominaciones y ministerios paraeclesiásticos.
Miles de libros han sido escritos acerca del liderazgo, pero muy pocos acerca del servicio.
Todos quieren ser líderes; nadie quiere ser siervo. Preferimos ser generales que soldados comunes y corrientes. Incluso los líderes cristianos quieren ser "siervos-líderes", no sólo simples siervos. Pero para ser como Jesús tiene que ser un siervo. Así fue como El se refirió a sí mismo.
Aunque conocer su molde es importante para servir a Dios, tener el corazón de un siervo es más importante. Recuerde, Dios lo moldeó para el servicio, no para ser egoísta. Sin el corazón de un siervo, será tentado a mal usar su molde para su beneficio personal. También será tentado a usarlo como una excusa para eximirse de atender algunas necesidades. A menudo Dios prueba nuestros corazones al pedirnos que sirvamos en maneras que no hemos sido moldeados. Si ve a un hombre que cae en una zanja, Dios espera que lo ayude, no que diga, "No tengo el don de misericordia o de servicio." Aunque puede que no tenga el don para hacer una tarea en particular, puede que sea llamado a hacerla si no hay nadie con ese don. Su ministerio primario debería de ser en el área de su molde, pero su servicio secundario es donde sea necesitado en ese momento.
Su molde revela su ministerio, pero su corazón de siervo revelará su madurez. No es necesario tener un talento o un don especiales para quedarse después de una reunión a recoger la basura o doblar las sillas. Cualquiera puede ser un siervo. Todo lo que se requiere es carácter.
Es posible servir en una iglesia por toda una vida sin jamás ser un siervo. Tiene que tener el corazón de un siervo. ¿Cómo sabe si tiene el corazón de un siervo? Jesús dijo, "Podrán ver lo que son por lo que hacen." 1
Los siervos genuinos se hacen disponibles a servir.
Los siervos no llenan su tiempo con otros afanes que podrían limitar su disponibilidad. Quieren estar listos a empezar a servir cuando sean llamados. Muy parecido a un soldado, un siervo siempre está cerca para recibir órdenes: "Ningún soldado en servicio activo se enreda en los asuntos de la vida civil, para que pueda complacer al que lo enlistó." 2 Si sólo sirve cuando es conveniente, usted no es un siervo genuino. Los siervos genuinos hacen lo que se necesita hacer, aún cuando sea inconveniente.
¿Está usted a la disposición de Dios en todo momento? ¿Puede El estropear sus planes sin que se resienta? Como siervo, usted no es el que escoge dónde o cuándo es que va a servir.
Ser siervo significa poner a un lado su derecho de controlar su horario y dejar que Dios lo interrumpa cuando sea necesario.
Si se recordara al comienzo de cada día que usted es un siervo de Dios, las interrupciones no lo frustrarían tanto, porque su agenda será lo que sea que Dios quiera traer a su vida.
Los siervos ven las interrupciones como citas divinas para ministrar y se sienten felices de tener la oportunidad de practicar el servicio.
Los siervos genuinos le prestan atención a las necesidades.
Los siervos siempre están alerta buscando maneras de ayudar a otros. Cuando ven una necesidad, aprovechan la oportunidad para atenderla, tal como la Biblia nos manda: "Cuando tengamos la oportunidad, tenemos que hacer el bien a todos, especialmente a los de la familia de creyentes." 3 Cuando Dios pone a alguien necesitado enfrente de usted, El le está dando la oportunidad de crecer como siervo.
Observe que Dios dice que las necesidades de su familia eclesial han de tener la preferencia, no que las ponga de último en su lista de "Cosas Que Hacer."
Se nos pasan por alto muchas ocasiones para servir porque nos faltan la sensitividad y la espontaneidad. Las grandes oportunidades para servir nunca duran mucho tiempo. Pasan rápidamente, algunas veces para nunca regresar. Quizá sólo reciba una oportunidad para servir a una persona, así que aproveche el momento. "Nunca digas a tus vecinos que se esperen hasta mañana si les puedes ayudar ahora." 4
John Wesley fue un increíble siervo de Dios. Su lema era "Haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, en todos los lugares que puedas, en todo momento que puedas, a todas las personas que puedas, mientras puedas." Eso es grandeza. Puede empezar con buscar tareas pequeñas que nadie quiere hacer. Haga estas cosas pequeñas como si fueran cosas grandes, porque Dios lo está viendo.
Los siervos genuinos hacen lo mejor que pueden con lo que tienen.
Los siervos no dan excusas, no posponen nada y no esperan por mejores circunstancias. Los siervos nunca dicen, "Uno de estos días" o "Cuando tenga tiempo." Ellos simplemente hacen lo que necesita ser hecho. La Biblia dice, "Si esperas por las perfectas condiciones, nunca llevarás nada a cabo." 5 La expectación de Dios es que usted haga lo que pueda, con lo que tenga, donde sea que esté.
Un servicio que es menos que perfecto es siempre mejor que las buenas intenciones.
Una de las razones por la que muchas personas nunca sirven es porque temen que no son lo suficientemente buenas para servir. Han creído la mentira que servir es sólo para superestrellas.
Algunas iglesias han fomentado este mito al hacer de "la excelencia" un ídolo, lo que hace que las personas sin mucho talento se sientan con la timidez de envolverse.
Quizá ha oído decir, "Si no puede ser hecho con excelencia, no lo hagas." Bueno, ¡Jesús nunca dijo eso! La verdad es que casi todo lo que hacemos, las primeras veces no queda bien hecho – así es como aprendemos. En la iglesia Saddleback, practicamos el principio de "lo suficientemente bueno": nada tiene que estar perfecto para que Dios lo use y lo bendiga. Preferimos que miles de personas sencillas estén envueltas en el ministerio que tener una iglesia perfecta dirigida por un grupo élite.
Los siervos genuinos hacen toda tarea con igual dedicación.
Cualquier cosa que los siervos hagan, la hacen con todo su corazón. 6 El tamaño de la tarea es irrelevante. El único asunto es, ¿necesita ser hecha?
Nunca llegará a un nivel en su vida en el que usted es tan importante que no puede ayudar con las tareas insignificantes. Dios nunca lo eximirá de lo mundano. Es una parte vital de su currículo de carácter. La Biblia dice,”Si crees que eres demasiado importante para ayudar a alguien, sólo te estás engañando a ti mismo. En realidad eres un don nadie.”7 Es en estos pequeños servicios que crecemos como Cristo.
Jesús se especializó en tareas insignificantes que todos evitaban hacer: lavó los pies, ayudó niños, preparó desayunos, sirvió a los leprosos. Nada era indigno de ser hecho por él, porque vino a servir. No fue a pesar de su grandeza que hizo estas cosas, sino por ella, y él espera que sigamos su ejemplo. 8
Las tareas insignificantes muy a menudo demuestran un gran corazón. Su corazón de rápidamente, algunas veces para nunca regresar. Quizá sólo reciba una oportunidad para servir a una persona, así que aproveche el momento. "Nunca digas a tus vecinos que se esperen hasta mañana si les puedes ayudar ahora." 4
John Wesley fue un increíble siervo de Dios. Su lema era "Haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, en todos los lugares que puedas, en todo momento que puedas, a todas las personas que puedas, mientras puedas." Eso es grandeza. Puede empezar con buscar tareas pequeñas que nadie quiere hacer. Haga estas cosas pequeñas como si fueran cosas grandes, porque Dios lo está viendo.
Los siervos genuinos hacen lo mejor que pueden con lo que tienen. Los siervos no
dan excusas, no posponen nada y no esperan por mejores circunstancias. Los siervos nunca dicen, "Uno de estos días" o "Cuando tenga tiempo." Ellos simplemente hacen lo que necesita ser hecho. La Biblia dice, "Si esperas por las perfectas condiciones, nunca llevarás nada a cabo." 5 La expectación de Dios es que usted haga lo que pueda, con lo que tenga, donde sea que esté.
Un servicio que es menos que perfecto es siempre mejor que las buenas intenciones.
Una de las razones por la que muchas personas nunca sirven es porque temen que no son lo suficientemente buenas para servir. Han creído la mentira que servir es sólo para superestrellas.
Algunas iglesias han fomentado este mito al hacer de "la excelencia" un ídolo, lo que hace que las personas sin mucho talento se sientan con la timidez de envolverse.
Quizá ha oído decir, "Si no puede ser hecho con excelencia, no lo hagas." Bueno, ¡Jesús nunca dijo eso! La verdad es que casi todo lo que hacemos, las primeras veces no queda bien hecho – así es como aprendemos. En la iglesia Saddleback, practicamos el principio de "lo suficientemente bueno": nada tiene que estar perfecto para que Dios lo use y lo bendiga. Preferimos que miles de personas sencillas estén envueltas en el ministerio que tener una iglesia perfecta dirigida por un grupo élite.
Los siervos genuinos hacen toda tarea con igual dedicación.
Cualquier cosa que los siervos hagan, la hacen con todo su corazón. 6 El tamaño de la tarea es irrelevante. El único asunto es, ¿necesita ser hecha?
Nunca llegará a un nivel en su vida en el que usted es tan importante que no puede ayudar con las tareas insignificantes. Dios nunca lo eximirá de lo mundano. Es una parte vital de su currículo de carácter. La Biblia dice,”Si crees que eres demasiado importante para ayudar a alguien, sólo te estás engañando a ti mismo. En realidad eres un don nadie.”7 Es en estos pequeños servicios que crecemos como Cristo.
Jesús se especializó en tareas insignificantes que todos evitaban hacer: lavó los pies, ayudó niños, preparó desayunos, sirvió a los leprosos. Nada era indigno de ser hecho por él, porque vino a servir. No fue a pesar de su grandeza que hizo estas cosas, sino por ella, y él espera que sigamos su ejemplo. 8
Las tareas insignificantes muy a menudo demuestran un gran corazón. Su corazón de siervo se revela en los actos pequeños que otros no piensan en hacer, como cuando Pablo recogió la leña para una fogata para que todos se calentaran después de un naufragio. 9 El estaba tan exhausto como el resto, pero él hizo lo que todos necesitaban. Ningún trabajo será indigno de ser hecho por usted cuando tiene un corazón de siervo.
Las grandes oportunidades a menudo se esconden en las tareas pequeñas. Las cosas pequeñas de la vida determinan las grandes. No busque cómo hacer grandes tareas para Dios. Solamente haga las cosas que no son tan grandes, y Dios le asignará lo que sea que quiere que haga. Pero antes de intentar hacer lo extraordinario, trate de servir de maneras ordinarias.10
Siempre habrá más personas dispuestas a hacer cosas “grandes” para Dios que personas dispuestas a hacer las cosas pequeñas. La carrera para ser líderes siempre está atestada de gente, pero el campo está amplio y abierto para aquellos que desean ser siervos. Algunas veces sirve hacia arriba, a aquellos en autoridad, y algunas veces sirve hacia abajo, a aquellos en necesidad. Sea como sea, usted desarrolla un corazón de siervo cuando está dispuesto a hacer cualquier cosa que se necesite hacer.
Los siervos genuinos son fieles en su ministerio.
Los siervos acaban sus tareas, cumplen con sus responsabilidades, cumplen sus promesas y completan sus compromisos. No dejan un trabajo a medias y no claudican cuando se sienten desanimados. Son dignos de confianza y se puede depender en ellos.
La fidelidad siempre ha sido una rara cualidad.11 La mayoría de las personas no conocen el significado del compromiso. Hacen compromisos casualmente, y después los rompen por la razón más insignificante sin ningún titubeo, sin sentirse culpables o sin remordimiento.
Cada semana, las iglesias y otras organizaciones tienen que improvisar porque los voluntarios no se prepararon, no llegaron o ni siquiera llamaron para decir que no iban a venir.
¿Pueden otros contar con usted? ¿Ha hecho promesas que necesita pagar, votos que necesita cumplir o compromisos que necesita honrar? Esta es una prueba. Dios está probando su fidelidad. Si pasa la prueba, está en buena compañía: Abraham, Moisés, Samuel, David, Daniel, Timoteo y Pablo fueron llamados siervos fieles de Dios. Y mejor aún, Dios ha prometido recompensar su fidelidad en la eternidad. Imagínese como se sentirá cuando un día Dios le diga, “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en manejar esta pequeña cantidad, por lo tanto, ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Vamos juntos a celebrar!”12
Dicho sea de paso, los siervos fieles nunca se jubilan. Sirven fielmente mientras tengan vida. Usted se puede jubilar de su profesión, pero nunca se jubila de servir a Dios.
Los siervos genuinos son modestos. Los siervos no se promueven a sí mismos o tratan de atraer la atención a sí mismos. En lugar de actuar para impresionar y de vestirse como si fueran personas exitosas, se ponen “el delantal de la humildad para servir a otros.”13 Si son reconocidos por su servicio, lo aceptan humildemente pero no permiten que la notoriedad los distraiga de su trabajo.
Pablo denunció un tipo de servicio que parece ser espiritual pero que en realidad es una apariencia, un exhibicionismo, un acto para atraer la atención. Él lo llamó “servir para ser visto” (literalmente, “servir al ojo”) – servir para impresionar a las personas con lo espiritual que somos. Este fue el pecado de los fariseos. Ellos convirtieron el ayudar a otros, el dar e incluso el orar en una actuación para otros. Jesús odiaba esta actitud y nos advirtió, “Cuando hagan buenas obras, no sean exhibicionistas. Si lo hacen, no recibirán ninguna recompensa de su Padre en el cielo." 15
La autopromoción y el servicio no tienen nada en común. Los siervos genuinos no sirven para recibir la aprobación o el aplauso de otros. Viven para la audiencia de Uno. Como Pablo dijo, “Si todavía estuviera tratando de complacer a los hombres, no sería un siervo de Cristo.” 16
No encontrará a muchos siervos genuinos en el centro de la atención pública; de hecho, la evitan cuanto sea posible. Están contentos con servir silenciosamente en las sombras.
José es un gran ejemplo. Nunca atrajo la atención a sí mismo, sino que calladamente sirvió a Potifar, después a su carcelero, y después al panadero y al copero del faraón. Cuando el faraón le dio un puesto de prominencia, José siguió manteniendo un corazón de siervo, aún con sus hermanos que lo habían traicionado.
Desdichadamente, muchos líderes en la actualidad empiezan como siervos pero acaban siendo celebridades. Se vuelven adictos a la atención, inconscientes de que ser siempre el centro de atención es como un rayo de luz directo a los ojos que los ciega.
Puede que esté sirviendo en la oscuridad en algún lugar pequeño, sintiéndose desconocido e inapreciado. Escúcheme: ¡Dios lo puso donde está con un propósito! El tiene contado cada cabello de su cabeza y sabe dónde vive. Es mejor que se quede donde está hasta que El escoja moverlo. Él le hará saber si lo quiere en otro lado. Su ministerio es importante para el reino de Dios. “Cuando Cristo... se manifieste otra vez en la tierra, ustedes se manifestarán también – el verdadero tú, el glorioso tú. Mientras tanto, conténtense que son desconocidos.”17
Hay más de 750 “Salones de la Fama” en los Estados Unidos y más de 450 revistas dedicadas a gente famosa extraordinaria, pero no va a encontrar a muchos siervos en estos lugares.
La notoriedad no significa nada para siervos genuinos porque conocen la diferencia entre ser prominente y ser significante. Usted tiene ciertas características prominentes en su cuerpo que no necesita para vivir. Son las partes ocultas de su cuerpo las que son indispensables.
Lo mismo es verdad del Cuerpo de Cristo. El servicio más significativo es a menudo el servicio más invisible.
En el cielo, Dios va a recompensar en público a algunos de sus siervos más escondidos y desconocidos – personas de las que nunca hemos oído en la tierra, que enseñaron a niños emocionalmente trastornados, que asearon a ancianos incontinentes, que cuidaron a pacientes con SIDA y que sirvieron inadvertidamente en miles de otras maneras.
Sabiendo esto, no se desanime cuando su servicio es desapercibido o cuando no lo tomen en cuenta. ¡Siga sirviendo a Dios! “Entréguense de lleno al trabajo del Señor confiando que nada de lo que hacen por él es un desperdicio de tiempo o esfuerzo.”19 Dios nota hasta el más pequeño servicio y lo recompensará. Recuerde las palabras de Jesús: “Si como mis representantes dan aunque sea un vaso de agua a un pequeño, ciertamente serán recompensados.” 20
Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar:
Sirvo a Dios al servir a otros.
Un Versículo Para Recordar: "Si le dan aunque sea un vaso de agua al más humilde de mis discípulos, ciertamente serán recompensados." Mateo 10 42 (NLT)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Cuál de las seis características de un siervo genuino me presenta con el mayor desafío?

Publicado por: Edgar Peroza "Edu"

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viernes, 27 de marzo de 2009

Dia 32. Usa lo que Dios te ha dado




Usando Lo Que Dios Le Dio
Ya que nos encontramos convertidos en todas estas partes excelentemente formadas y maravillosamente funcionales del cuerpo de Cristo, procedamos y seamos lo que fuimos diseñados a ser. Romanos 125 (Msg )
Lo que eres es el regalo de Dios para ti; lo que haces contigo mismo es tu regalo a Dios. Proverbio danés
Dios se merece lo mejor de usted.
Él lo moldeó para un propósito, y la expectación de Él es que le saque lo máximo a lo que le ha dado. El no quiere que se preocupe por las habilidades que no tiene o que las codicie. Más bien El quiere que se concentre en los talentos que le ha dado para que los use.
Cuando atenta servir a Dios en maneras que no ha sido moldeado para servir, es como tratar de meter a fuerzas un peldaño cuadrado en un hoyo redondo. Es frustrante y produce resultados limitados. También desperdicia su tiempo, su talento y su energía. El mejor uso de su vida es servir a Dios con su molde. Para hacer esto tiene que descubrir su molde, aprender a aceptarlo y disfrutarlo, y luego desarrollarlo a su máximo potencial.
Descubra Su MoldeLa Biblia dice, "No actúen sin pensar, sino que traten de encontrar y hacer lo que sea que el Señor quiere que hagan." 1 No deje que pase otro día. Empiece a averiguar y a clarificar lo que Dios se ha propuesto que usted sea y haga.
Empiece con una evaluación de sus dones espirituales y sus habilidades. Hágase una evaluación profunda y sincera para ver a qué es bueno y a qué no. Pablo aconsejó, "Traten de tener una sana evaluación de sus capacidades." 2 Haga una lista. Pídale a otras personas que le den su sincera opinión. Dígales que está buscando la verdad, no que está tratando de que lo alaben. Los dones espirituales y las habilidades naturales siempre son confirmados por otros. Si piensa que ha sido dotado para ser un maestro o un cantante y nadie lo piensa así, ¿adivine qué? Si quiere saber si tiene el don de liderazgo, ¡mire detrás de usted! Si nadie lo está siguiendo, usted no es un líder.
Hágase preguntas como éstas: ¿Dónde he visto fruto en mi vida que otros han confirmado? ¿Dónde es que ya he tenido éxito? Los cuestionarios de dones espirituales e inventarios de habilidades pueden ser de algún valor, pero son limitados en su utilidad. En primer lugar, son estandarizados, y por lo tanto, no toman en cuenta lo único que es usted. Segundo, en la Biblia no hay definiciones de los dones espirituales lo cual hace de cualquier definición algo arbitrario y usualmente representa un prejuicio denominacional. Otro problema es que mientras más madure, más probable es que manifieste las características de un número de dones.
Puede estar sirviendo o enseñando o dando generosamente por que tiene madurez, no porque tiene uno de esos dones espirituales.
La mejor manera de descubrir sus dones espirituales y sus habilidades es experimentar en diferentes áreas de servicio. Yo hubiera podido haber tomado cien cuestionarios de dones espirituales y de habilidades cuando era joven, y nunca hubiera podido descubrir que fui dotado para enseñar ¡porque nunca lo había hecho! Fue sólo después que comencé a aceptar las oportunidades para hablar que vi los resultados, recibí la confirmación de otros y entendí que
¡Dios me había dotado para hacer eso!
Muchos libros tienen el proceso de descubrimiento al revés. Dicen, "Descubra sus dones espirituales y entonces sabrá qué ministerio está supuesto a hacer." En realidad, funciona exactamente al revés. Simplemente empiece a servir, experimentando con diferentes ministerios y entonces descubrirá sus dones. Hasta que no esté realmente envuelto en servir, no va a saber a qué es bueno.
Usted tiene decenas de habilidades y dones ocultos que no sabe que tiene porque nunca ha intentado usarlos. Por tanto lo animo a que trate de hacer cosas que nunca ha hecho. No importa su edad, lo insto a que nunca deje de experimentar. He conocido a muchas personas que descubrieron sus talentos ocultos en sus setentas y en sus ochentas. Conozco a una mujer en sus noventas que corre y gana carreras de 10,000 metros y no descubrió que le gustaba correr ¡hasta que tenía setenta y ocho!
No espere empezar su servicio voluntario en algún lado hasta que descubra sus dones. Simplemente empiece a servir. Descubrirá sus dones al envolverse en el ministerio. Pruebe enseñar o dirigir u organizar o tocar un instrumento o trabajar con jóvenes. Nunca sabrá a qué es bueno hasta que lo pruebe. Cuando no le resulte, llámelo "un experimento", no un fracaso. Eventualmente se dará cuenta a qué es bueno.
Considere su corazón y su manera de ser (personalidad). Pablo aconsejó, "Hagan una cuidadosa exploración de quiénes son y del trabajo que se les ha dado, y después métanse de lleno en eso." 3 Se lo repito, le ayudará que oiga la opinión de otros que lo conocen muy bien. Hágase estas preguntas: ¿Qué es lo que más disfruto hacer? ¿Cuándo es que me siento de lo más vivo? ¿Qué estoy haciendo cuando pierdo la noción del tiempo? ¿Me gusta la rutina o la variedad? ¿Prefiero servir en equipo o solo? ¿Soy introvertido o extrovertido? ¿Qué soy más: un pensador o un sentidor? ¿Qué me gusta más: competir o cooperar?
Examine sus experiencias y extraiga las lecciones que ha aprendido. Repase su pasado y piense en cómo lo ha moldeado. Moisés le dijo a los israelitas, Recuerden hoy lo que han aprendido acerca del Señor a través de sus experiencias con él." 4 Las experiencias que se olvidan no sirven para nada; esta es una buena razón para tener un diario espiritual. Pablo se preocupaba de que los creyentes en Gálata no desperdiciaran el dolor por el que habían pasado. El dijo, "¿Fueron todas las experiencias de ustedes un desperdicio? ¡Espero que no!" 5
Raras veces vemos el buen propósito de Dios en el dolor o en el fracaso o en algo embarazoso mientras está pasando. Cuando Jesús le lavó los pies a Pedro, él le dijo, "No te das cuenta de lo que estoy haciendo ahora, pero más tarde lo entenderás." 6 Sólo después que vemos lo que pasó entendemos cómo Dios determinó usar un problema para bien.
Extraer las lecciones de sus experiencias toma tiempo. Le recomiendo que aparte todo un fin de semana para tener un retiro de evaluación de su vida, en el que haga una pausa para ver cómo Dios ha trabajado en los diferentes momentos críticos de su vida y para considerar cómo El quiere usar esas lecciones para ayudar a otros. Hay recursos que pueden ayudarle con esto. 7

Acepte y Disfrute Su Molde
Ya que Dios sabe qué es lo mejor para usted, debería de aceptar con agradecimiento la manera en que lo ha moldeado. La Biblia dice, "¿Qué derecho tienes tú, un ser humano, para interrogar a Dios como abogado en corte? La vasija de barro no tiene derecho de decirle al alfarero: '¿Porqué me hiciste de esta forma?' ¡Ciertamente un alfarero puede hacer lo que quiera con la arcilla!"8
Su molde fue soberanamente determinado por Dios para Su propósito para que usted no se resienta o lo rechace. En lugar de tratar de remoldarse para ser como otro, debería de celebrar el molde que Dios le ha dado. "Cristo ha dado a cada uno de nosotros habilidades especiales – lo que sea que él quiere que tengamos de su rico almacén de dones." 9
Parte de lo que significa aceptar su molde es reconocer sus limitaciones. Nadie es bueno a todo y nadie es llamado a ser todo. Todos tenemos papeles definidos. Pablo entendió que su llamado no era que lo lograra todo o que complaciera a todo el mundo sino que se concentrara en el ministerio particular para el que Dios lo había moldeado. 10 El dijo, "Nuestra meta es mantenernos dentro de los límites del plan de Dios para nosotros." 11
La palabra límites se refiere al hecho que Dios asigna a cada uno de nosotros un campo o una esfera de servicio. Su molde determina su especialidad. Cuando tratamos de sobre extender el alcance del ministerio para el que Dios nos moldeó, sentimos estrés. Así como a cada corredor en una competencia de carreras le es asignado un carril diferente para correr, así individualmente tenemos que "correr con paciencia la carrera particular que Dios ha puesto delante de nosotros." 12 No envidie al corredor del carril junto al suyo; concéntrese solamente en acabar su carrera.
Dios quiere que disfrute del molde que le ha dado. La Biblia dice, "Asegúrense de hacer lo que deberían, porque entonces disfrutarán de la satisfacción personal de haber hecho bien el trabajo de ustedes, y no necesitarán compararse ustedes mismos con otros." 13 Satanás tratará de robarle del gozo de servir de dos maneras: lo tentará a que compare su ministerio con otros, y lo tentará a que conforme su ministerio a las expectaciones de otros. Ambas son trampas mortales que lo distraerán de servir en las maneras que Dios dispuso. Cuando pierda su gozo en el ministerio, empiece a considerar si una de estas tentaciones es la causa.
La Biblia nos advierte que nunca nos comparemos con otros: "Hagan su trabajo bien hecho, y entonces tendrán algo de qué estar orgullosos. Pero no se comparen con otros." 14 Hay dos razones por las que nunca debería de comparar su molde, su ministerio o los resultados de su ministerio con los de otros. Primero, siempre podrá encontrar a alguien que parece estar haciendo un mejor trabajo que usted y se desanimará. O siempre podrá encontrar a alguien que no parece ser tan efectivo como usted, y se llenará de orgullo. Cualquiera de estas dos actitudes lo sacará del servicio y le robará de su gozo.
Pablo dijo que es una tontería compararnos con otros. Él dijo, "No nos atrevemos a clasificarnos o compararnos con algunos que se alaban a sí mismos. Cuando se miden ellos mismos con ellos mismos y se comparan entre sí, no son sabios." 15 Una paráfrasis dice, "Al estarse comparando y dándose calificaciones y compitiendo, no entienden nada." 16
Encontrará que las personas que no entienden su molde para el ministerio lo criticarán y tratarán de hacerlo que se conforme a lo que ellas piensan que debería de estar haciendo.
Ignórelos. A menudo Pablo tenía que enfrentarse con críticos que mal entendían y difamaban su servicio. Su manera de responder era siempre la misma: evitaba las comparaciones, resistía las exageraciones y buscaba sólo la aprobación de Dios. 17
Una de las razones por las que Pablo fue usado muy grandemente por Dios fue porque él rehusó dejarse distraer por la crítica o por la comparación de su ministerio con otros o por entrar en fútiles debates sobre su ministerio. Como dijo John Bunyan, "Si mi vida es sin fruto, qué importa quién me alaba y si mi vida es fructífera, qué importa quién me critica."
Continúe Desarrollando Su Molde
En la parábola de los talentos, Jesús ilustra la expectación que Dios tiene de que le saquemos el máximo provecho de lo que El nos da. Debemos cultivar nuestros dones y habilidades, mantener la pasión de nuestros corazones, madurar nuestro carácter y nuestra personalidad y ampliar nuestras experiencias para que seamos progresivamente más efectivos en nuestro servicio. Pablo le dijo a los filipenses que "siguieran creciendo en conocimiento y entendimiento," 18 y le recordó a Timoteo, "Aviva la llama del don de Dios que está en ti." 19
Si no ejercita sus músculos, se le debilitan y se le atrofian. De la misma manera, si no utiliza las habilidades y destrezas que Dios le ha dado, las perderá. Jesús enseñó la parábola de los talentos para enfatizar esta verdad. Refiriéndose al siervo que falló en usar su único talento, el dueño dijo, "Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez talentos." 20 Si falla en usar lo que se le ha dado, lo perderá. Use la habilidad que se le ha dado y Dios la aumentará. Pablo dijo a Timoteo, "Asegúrate de usar las habilidades que Dios te ha dado... pon estas habilidades a trabajar."21
Cualesquiera que sean los dones que ha recibido, estos pueden ser ampliados y desarrollados mediante la práctica. Por ejemplo, nadie recibe el don de enseñanza totalmente desarrollado. Pero con el tiempo, la crítica constructiva y la práctica, un "buen" maestro se puede convertir en un mejor maestro, y con el tiempo, crecer y llegar a ser un maestro de maestros.
No se conforme con un don medio desarrollado. Esfuércese y aprenda todo lo que pueda. "Concéntrate en hacer lo mejor que puedas para Dios, haz un trabajo del que no tendrás que avergonzarte."22 Aproveche cualquier oportunidad de entrenamiento que tenga para desarrollar su molde y para mejorar las destrezas que usará para servir.
En el cielo vamos a servir a Dios para siempre. En este momento nos podemos preparar para ese servicio eterno al estar practicando en la tierra. Como los atletas que se preparan para las Olimpiadas, nosotros seguimos entrenándonos para ese gran día: "Lo hacen por una medalla de oro que se ensucia y que pierde su brillo. Ustedes van en pos de una medalla que es eternamente de oro." 23
Nos estamos preparando para responsabilidades y recompensas eternas.

Pensando En Mi Propósito

Un Punto Para Reflexionar: Dios se merece lo mejor de mí.
Un Versículo Para Recordar: "Haz lo mejor que puedas para presentarte como aprobado, como obrero que no necesita sentirse avergonzado y que maneja correctamente la Palabra de la verdad." 2 Timoteo 215 (NIV)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Cómo puedo hacer el mejor uso de lo que Dios me ha dado?

Publicado por: Edgar Peroza (Edu)

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jueves, 26 de marzo de 2009

Dia 31. Entiende tu FORMA





Me moldeaste de adentro para fuera;
me formaste en el vientre de mi madre.
Salmo 139:13 (Msg)
Sólo usted puede ser usted.
Dios diseñó a cada uno de nosotros de tal manera que nadie tuviera un doble en el mundo. Nadie tiene exactamente la misma mezcla de factores que lo hacen a usted único. Esto significa que nadie en el mundo jamás podrá jugar el papel que Dios planeó para usted. Si no hace su contribución única al Cuerpo de Cristo, nadie la hará. La Biblia dice, "Hay diferentes clases de dones espirituales... diferentes maneras de servir... [y] diferentes habilidades para hacer un servicio." 1 En el capítulo anterior vimos los primeros dos de estos factores: sus dones espirituales y su corazón. Ahora veremos el resto de su MOLDE para servir a Dios.
MOLDE: Aplicando Sus Óptimas Habilidades
Sus habilidades son los talentos naturales con los que nació. Algunas personas tienen una habilidad natural con las palabras: ¡salieron del vientre hablando! Otras personas tienen habilidades atléticas naturales, sobresaliendo en la coordinación física. Hay otros que son buenos a las matemáticas o a la música o a la mecánica.
Cuando Dios quiso crear el Tabernáculo y todos sus utensilios para el culto, El proveyó artistas y artesanos moldeados con la "destreza, habilidad y conocimiento de todo tipo de artesanías para hacer diseños artísticos... y para hacer toda clase de artesanías." 2 En la actualidad Dios todavía confiere estas habilidades y miles de otras, para que las personas le puedan servir.
Todas nuestras habilidades vienen de Dios. Aún habilidades usadas para pecar son dadas por Dios; sólo que están siendo mal usadas o abusadas. La Biblia dice, "Dios ha dado a cada uno de nosotros la habilidad de hacer ciertas cosas bien." 3 Debido a que sus habilidades naturales vienen de Dios, estas son tan importantes y tan "espirituales" como sus dones espirituales. La única diferencia es que recibió sus habilidades cuando nació.
Una de las excusas más comunes que la gente usa para no servir es, "Yo no tengo ninguna habilidad que ofrecer." Esto es absurdo. Usted tiene decenas, probablemente cienes de habilidades inexplotadas, desconocidas e inusadas que se encuentran latentes dentro de usted.
Muchas investigaciones han revelado que la persona típica posee de 500 a 700 diferentes habilidades y destrezas – muchísimo más de lo que se da cuenta.
Por ejemplo, su cerebro puede guardar 100 trillones de datos. Su mente puede manejar 15,000 decisiones por segundo, como es el caso cuando su sistema digestivo está haciendo su trabajo. Su nariz puede oler 10,000 olores. Su tacto puede detectar un objeto del tamaño de la 25,000ava parte de una pulgada y su lengua puede saborear una parte de quinina en dos millones de partes de agua. Usted es una colección de increíbles habilidades, una sorprendente creación de Dios. Parte de la responsabilidad de la iglesia es identificar y desatar sus habilidades para el servicio de Dios.
Toda habilidad puede ser usada para la gloria de Dios. Pablo dijo, "Cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios." 4 La Biblia está llena de ejemplos de diferentes habilidades que Dios usa para Su gloria. Aquí tiene sólo unas cuantas de las habilidades mencionadas en las Escrituras: habilidad artística, habilidad en arquitectura, habilidad administrativa; habilidad para hacer pan, para construir barcos, para hacer dulces, para debatir, para hacer diseños, para embalsamar, para bordar, para cincelar, para criar ganado, para pescar; jardinería, dirigir, organizar, albañilería, hacer música, hacer armas, tejer, pintar, sembrar, filosofar, inventar, carpintería, navegar barcos, vender, ser soldado, ser sastre, enseñar, escribir literatura y poesía. La Biblia dice, "Hay diferentes habilidades para desempeñar un servicio, pero es el mismo Dios quien da la habilidad a cada uno para su servicio en particular." 5 Dios tiene un lugar en su iglesia donde sus especialidades pueden brillar y donde puede hacer una diferencia. Es su responsabilidad encontrar ese lugar.
Dios les da la habilidad a ciertas personas para hacer mucho dinero. Moisés le dijo a los israelitas, "Recuerden al Señor su Dios, porque él es quien les da la habilidad para producir riquezas." 6
Las personas con esta habilidad son buenas a hacer crecer un negocio, a conseguir contratos o ventas y a obtener grandes ganancias. Si usted tiene esta habilidad de hacer negocio, debería de estar usándola para la gloria de Dios. ¿Cómo? Primero, entienda que su habilidad vino de Dios y que El se merece el crédito. Segundo, use su negocio para servir a otros y para compartir su fe con los no creyentes. Tercero, devuelva al menos un diezmo (10 por ciento) de las ganancias a Dios como un acto de adoración. 7 Y por último, escoja como su objetivo ser un Edificador del Reino en lugar de ser sólo un Edificador de Riquezas. Le explicaré esto en el capítulo 34.
Lo que soy capaz de hacer, eso es lo que Dios quiere verme hacer. Usted es la única persona en la tierra que puede usar sus habilidades. No hay nadie más que pueda jugar su papel porque no hay nadie que tenga el molde único que Dios le ha dado. La Biblia dice que Dios lo equipa "con todo lo que necesita para hacer su voluntad." 8 Para descubrir la voluntad de Dios para su vida, debería de examinar seriamente a qué es bueno y a qué no.
Si Dios no le ha dado la habilidad de poder cantar, El no espera que sea un cantante de ópera. Dios nunca le va a pedir que dedique su vida a una tarea para la que no tiene talento.
Por otra parte, las habilidades que sí tiene son una buena indicación de lo que Dios quiere hacer con su vida. Son señales para conocer la voluntad de Dios para usted. Si es bueno a diseñar o a reclutar o a dibujar o a organizar, es seguro asumir que de alguna manera el plan de Dios para su vida incluye esta habilidad. Dios no desperdicia habilidades; El hace que nuestro llamado concuerde con nuestras capacidades.
Sus habilidades no le fueron dadas sólo para ganarse la vida; Dios se las dio para su ministerio. Pedro dijo, "Dios ha dado a cada uno de ustedes habilidades especiales; asegúrense de usarlas para ayudarse unos a otros, así pasando a otros los muchos tipos de bendiciones que provienen de Dios." 9
A la fecha en que escribo esto, casi 7,000 personas están usando sus habilidades para ministrar en la iglesia Saddleback, proveyendo toda clase de servicios que se pueda imaginar: reparando autos donados para dárselos a los más necesitados; encontrando el mejor precio para las compras de la iglesia; jardinería; organizando archivos; diseñando arte, programas y edificios; proveyendo atención médica; preparando comidas; componiendo canciones; enseñando música; escribiendo solicitudes de donaciones para proyectos; siendo entrenadores de equipos deportivos; haciendo investigaciones para sermones o traduciéndolos; y cientos de otras áreas especializadas. A los nuevos miembros se les dice, "Cualquier cosa que hagan bien, ¡deberían de estar haciéndola para la iglesia!"
MOLDE: Usando Su Manera De SerNo nos damos cuenta qué únicos que verdaderamente somos. Las moléculas del ADN se pueden combinar de infinitas maneras. Las posibilidades de esta combinación es un 10 elevado a la 2.400,000,000 a la potencia. Ese número es la probabilidad que tiene de encontrar a alguien exactamente como usted. Si fuera a escribir ese número con cada 0 de una pulgada de ancho, necesitaría una tira de papel de ¡37,000 millas de largo!
Para poner esto en perspectiva, algunos científicos han teorizado que todas las partículas del universo son probablemente menos que un 10 seguido por 76 ceros, muchísimo menos que las probabilidades de su ADN. Su singularidad es un hecho científico de la vida. Cuando Dios lo creó, El rompió el molde. Nunca ha existido y nunca existirá alguien exactamente como usted.
Es obvio que a Dios le gusta mucho la variedad – ¡mire a su alrededor! El creó a cada uno de nosotros con una combinación única de atributos de personalidad. Dios hizo extrovertidos e introvertidos. El hizo personas que gustan mucho de la rutina y otras que gustan mucho de la variedad. El hizo a algunas personas "pensadoras" y a otras "sentidoras. " Algunas personas trabajan mejor cuando se les da una tarea individual mientras que otras trabajan mejor en equipo. La Biblia dice, "Dios trabaja por medio de diferentes personas en diferentes maneras, pero es el mismo Dios el que lleva a cabo su propósito a través de todas ellas." 10
La Biblia nos da prueba en abundancia de que Dios usa todo tipo de personalidades.
Pedro era sanguíneo. Pablo era colérico. Jeremías era melancólico. Cuando ve las diferencias de personalidad entre los doce discípulos, es fácil ver por qué algunas veces tenían conflictos interpersonales.
No hay un temperamento "correcto" o "incorrecto" para el ministerio. Necesitamos toda clase de personalidades para mantener la iglesia en equilibrio y darle sazón. El mundo sería un lugar muy aburrido si todos fuésemos solamente vainilla. Dichosamente, las personas vienen en muchísimos sabores.
Su personalidad afectará cómo y dónde usará sus dones espirituales y sus habilidades.
Por ejemplo, dos personas pueden tener el don de evangelismo, pero si una es introvertida y la otra es extrovertida, ese don será expresado de diferentes maneras.
Los carpinteros saben que es más fácil trabajar la madera en la misma dirección de la corteza que en contra de ella. De la misma manera, cuando es forzado a ministrar de una manera que es "fuera de carácter" con su temperamento, esto crea incomodidad y tensión, requiere extra esfuerzo y energía y produce menos que buenos resultados. Por eso es que copiar el ministerio de otros no funciona. No tiene la personalidad de ellos. Además, ¡Dios lo hizo a usted para que usted fuera usted! Puede aprender de los ejemplos de otros, pero tiene que filtrar lo que aprende a través de su propio molde. En la actualidad hay muchos libros y herramientas que le pueden ayudar a entender su personalidad para que pueda determinar cómo usarla para Dios.
Como vitrales emplomados, nuestras diferentes personalidades reflejan la luz de Dios en muchos colores y formas. Esto bendice a la familia con profundidad y variedad. También nos bendice personalmente. Se siente bien hacer aquello para lo que Dios lo creó. Cuando ministra de una manera consistente con la personalidad que Dios le dio, se siente realizado, satisfecho y productivo.
MOLDE: Empleando Sus ExperienciasUsted ha sido moldeado por las experiencias de la vida, la mayoría de las cuales estaban más allá de su control. Dios las permitió con el propósito de moldearlo. 11 Al tratar de determinar su molde para servir a Dios, debería de examinar al menos seis clases de experiencias en su pasado:
· Experiencias familiares: ¿Qué aprendió a medida que crecía en su familia?
· Experiencias educacionales: ¿Cuáles fueron sus materias preferidas en la escuela?
· Experiencias vocacionales: ¿En qué trabajos ha sido más efectivo? ¿De cuáles ha disfrutado más?
· Experiencias espirituales: ¿Cuáles han sido sus momentos más memorables con Dios?
· Experiencias ministeriales: ¿Cómo ha servido a Dios en el pasado?
· Experiencias dolorosas: ¿De qué problemas, heridas, espinas y tribulaciones ha aprendido algo?

Esta última categoría, las experiencias dolorosas, es la que Dios más usa para prepararlo para el ministerio. ¡Dios nunca desperdicia una herida! De hecho, su mayor ministerio probablemente surgirá de su mayor herida. ¿Quién podría ministrar mejor a los padres de un hijo discapacitado que otra pareja que tiene un hijo con la misma aflicción? ¿Quién podría ayudar mejor a un alcohólico a recuperarse que la persona que luchó contra este demonio y se liberó?
¿Quién podría consolar mejor a una mujer cuyo marido la dejó por otra, que la mujer que pasó por esa agonía?
Dios permite intencionalmente que pase por experiencias dolorosas para equiparlo para su ministerio a otros. La Biblia dice, "El nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que podamos consolar a otros. Cuando otros estén atribulados, seremos capaces de darles la misma consolación que Dios nos ha dado." 12
Si realmente desea ser usado por Dios, tiene que entender una potente verdad: las mismas experiencias que más ha resentido o que más le han hecho sentir remordimiento – esas que ha querido esconder y olvidar – son las experiencias que Dios quiere usar para ayudar a otros. ¡Ellas son su ministerio!
Para que Dios use sus experiencias dolorosas, tiene que estar dispuesto a compartirlas.
Tiene que dejar de encubrirlas, y tiene que sinceramente admitir sus defectos, fracasos y temores.
Hacer esto probablemente será su ministerio más efectivo. Las personas siempre se sienten más alentadas cuando compartimos cómo la gracia de Dios nos ayudó en nuestra debilidad que cuando nos jactamos de nuestras fortalezas.
Pablo entendió esta verdad y por tanto fue sincero acerca de sus luchas con la depresión.
El admitió, "Pienso que deberían de saber, queridos hermanos, acerca del mal rato que pasamos en Asia. Fuimos totalmente aplastados y abrumados, y sentíamos el temor de que no íbamos a poder sobrevivir. Sentimos que estábamos condenados a morir y vimos qué débiles que éramos para escaparnos; pero eso fue bueno, porque entonces pusimos todo en las manos de Dios, el único que podía salvarnos, porque él puede hasta resucitar a los muertos. Y él sí nos ayudó y nos salvó de una muerte terrible; sí, y la expectación que tenemos es que lo haga otra vez y otra vez." 13 millones de personas jamás se hubieran beneficiado de ello. Sólo las experiencias compartidas pueden ayudar a otros. Aldous Huxley dijo, "La experiencia no es lo que te pasa a ti. Es lo que haces con lo que te pasa a ti." ¿Qué va a hacer con lo que le ha pasado? No desperdicie su dolor; úselo para ayudar a otros.
A medida que hemos visto estas cinco maneras que Dios usa para moldearlo para servir, espero que tenga una apreciación más profunda de la soberanía de Dios, y una idea más clara de cómo El lo ha preparado para el propósito de servirle. Usar su molde es el secreto tanto de la productividad como de la realización en el ministerio. 14 Usted será más efectivo cuando use sus dones espirituales y sus óptimas habilidades en el área del deseo de su corazón, y de una manera que mejor exprese su manera de ser (personalidad) y sus experiencias. Cuanto más estrecha sea la aproximación, más exitoso será.

Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar:
No hay nadie que pueda ser yo.
Un Versículo Para Recordar: "Dios ha dado a cada uno de ustedes habilidades especiales; asegúrense de usarlas para ayudarse unos a otros, así pasando a otros los muchos tipos de bendiciones que provienen de Dios." 1 Pedro 410 (LB)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Qué habilidad que Dios me ha dado, o qué experiencia personal puedo ofrecerle a mi iglesia?

Publicado por: Edgar Peroza "Edu"

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miércoles, 25 de marzo de 2009

Dia 30. Formado para servir a Dios




Tus manos me han moldeado y me hicieron. Job 108 (NIV)
El pueblo que he formado para mí anunciará mis alabanzas. Isaías 4321 (NJB)
Usted fue moldeado para servir a Dios.
Dios formó a cada criatura de este planeta con un área particular de especialidad. Algunos animales corren, algunos saltan, algunos nadan, algunos cavan y algunos vuelan. Cada uno tiene un papel en particular que jugar, basado en la manera en que fueron moldeados por Dios. Lo mismo es verdad de los humanos. Cada uno de nosotros fue diseñado especialmente, o "moldeado", para hacer ciertas cosas.
Antes de diseñar un nuevo edificio, los arquitectos primero se preguntan, "¿Cuál va a ser el propósito de este edificio? ¿Cómo va a ser usado?" La función propuesta siempre determina la forma del edificio. Antes de que Dios lo creara, El decidió qué papel quería que jugara en la tierra. El planeó exactamente cómo quería que usted lo sirviera y después lo moldeó para esas tareas. Usted es como es porque fue hecho para un ministerio específico.
La Biblia dice, "Somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras." 1 La palabra poema viene de la palabra griega traducida como "hechura". Usted es una obra de arte manual de Dios. Usted no es un producto de una línea de producción, indiferentemente producido en masa. Usted es una obra maestra original, única y hecha a la medida.
Deliberadamente, Dios lo moldeó y lo formó para que usted lo sirva de una forma que hace que su ministerio sea único. Cuidadosamente El mezcló el coctel de ADN que lo creó.
David alabó a Dios por esta increíble atención personal a detalles: "Tú hiciste todas las parte ravillosamente complejo! La calidad de tu trabajo es maravillosa." 2 Como dijo Ethel Waters, "Dios no hace basura."
Dios no sólo lo moldeó antes de su nacimiento, El planeó cada día de su vida para apoyar su proceso de moldeamiento. David continuó, "Cada día de mi vida fue anotado en tu libro.
Cada momento fue preparado antes de que un sólo día ocurriera." 3 Esto significa que nada de lo que pasa en su vida es insignificante. Dios usa todo para moldearlo para su ministerio a otros
y para moldearlo para su servicio a Él.
Dios nunca desperdicia nada. Él no le daría habilidades, intereses, talentos, dones, personalidad y experiencias en la vida si no tuviera intenciones de usarlos para Su gloria. Al identificar y entender estos factores, puede descubrir la voluntad de Dios para su vida.
La Biblia dice que usted es "maravillosamente complejo." Usted es una combinación de muchos factores. Para ayudarle a recordar cinco de esos factores, he creado un acróstico sencillo:
MOLDE. En este capítulo y en el siguiente veremos estos cinco factores y después de eso le explicaré cómo descubrir y usar su molde.
Cómo Dios Lo Moldea Para Su MinisterioCuando Dios nos da un trabajo, El siempre nos equipa con lo que necesitamos para llevarlo a cabo. Esta combinación personal de capacidades es su MOLDE:

Manera de ser
Optimas habilidades
Latido del corazón
Dones espirituales
Experiencias*

MOLDE: Descubriendo Sus Dones EspiritualesDios le da a cada creyente dones espirituales que han de ser usados en el ministerio. 4
Estas son habilidades empoderadas por Dios para servirle a El que sólo son dadas a todos los que son creyentes. La Biblia dice, "El que no tiene el Espíritu no puede recibir los dones que vienen del Espíritu de Dios." 5
No puede ganárselos o merecérselos – ¡por eso es que son llamados dones! Son una expresión de la gracia de Dios hacia usted. "Cristo ha repartido generosamente sus dones a nosotros." 6 Tampoco puede escoger los dones que le gustaría tener; Dios determina eso. Pablo explicó, "El Espíritu Santo es el único que distribuye estos dones. Él solo decide qué don debería de tener cada persona." 7
Debido a que Dios le gusta la variedad y El quiere que seamos especiales, un mismo don no es dado a todos. Además, ningún individuo recibe todos los dones. 8 Si los tuviera todos, no tendría necesidad de nadie y eso cancelaría uno de los propósitos de Dios – enseñarnos a amar a otros y a depender de ellos.
Sus dones espirituales no se le fueron dados para su beneficio sino para el beneficio de otros, así como dones fueron dados a otras personas para su beneficio. La Biblia dice, "Un don espiritual es dado a cada uno de nosotros como un medio para ayudar a la iglesia entera." 9 Dios lo planeó de esta manera para que nos necesitáramos unos a otros. Cuando todos estamos usando juntos nuestros dones, todos nos beneficiamos. Si otros no usan sus dones, usted pierde, y si usted no usa sus dones, ellos pierden. Por eso es que se nos manda a que descubramos y desarrollemos nuestros dones espirituales. ¿Se ha tomado el tiempo para descubrir sus dones espirituales? Un regalo que no ha sido abierto no sirve para nada.
Cuando olvidamos estas verdades básicas sobre los dones, siempre se causan problemas en la iglesia. Dos problemas comunes son "la envidia de dones" y "la proyección de dones."
El primero ocurre cuando comparamos nuestros dones con los de otros, nos sentimos insatisfechos con lo que Dios nos dio y nos resentimos o nos ponemos celosos de cómo Dios usa a otros. El segundo problema ocurre cuando tenemos la expectación de que todos tengan nuestros dones, de que hagan lo que hemos sido llamados a hacer y de que se sientan tan apasionados por ello como nosotros. La Biblia dice, "Hay diferentes tipos de servicio en la iglesia, pero es
el mismo Señor el que servimos." 10
Algunas veces los dones espirituales son tan enfatizados que esto hace que seamos negligentes con los otros factores que Dios usa para moldearnos para servir. Sus dones revelan una clave para descubrir la voluntad de Dios para su ministerio, pero sus dones espirituales no son lo único que hay que ver.

MOLDE: Escuchando El Latido de Su Corazón
La Biblia usa el término corazón para describir el conjunto de deseos, esperanzas, intereses, ambiciones, sueños y afecciones que tiene. Su corazón representa la fuente de todas sus emociones – lo que le emociona hacer y lo que más le interesa. Hoy incluso usamos la palabra de esta manera cuando decimos, "Te amo con todo mi corazón."
La Biblia dice, "Así como un rostro se refleja en el agua, así el corazón refleja a la persona." 11
Su corazón revela su verdadero yo – lo que usted verdaderamente es, no lo que otros piensan que usted es o lo que las circunstancias lo obligan a ser. Su corazón determina por qué dice las cosas que dice, por qué se siente como se siente y por qué se comporta como se comporta. 12
Físicamente, cada uno de nosotros tiene un latido de corazón único. Así como cada uno de nosotros tiene huellas digitales únicas, irises y sonido de voz únicos, nuestros corazones palpitan en ritmos levemente diferentes. Es asombroso que de los billones de personas en el mundo que jamás han vivido, ninguna ha tenido un latido de corazón exactamente como el suyo.
De la misma manera, Dios ha dado a cada uno de nosotros un "latido" emocional único que se acelera cuando pensamos en temas, actividades o circunstancias que nos interesan.
Instintivamente unas cosas nos interesan al mismo tiempo que otras no. Estas son señales que le indican dónde debería de estar sirviendo.
Otra palabra para corazón es pasión. Hay ciertos temas por los que siente pasión y hay otros que no le hacen nada. Algunas experiencias lo prenden y captan su atención mientras que otras lo apagan o lo aburren al extremo. Estas revelan la naturaleza de su corazón.
Cuando pequeño, talvez descubrió que estaba intensamente interesado en algunos temas que a nadie en su familia le interesaban. ¿De dónde vinieron esos intereses? Vinieron de Dios. Dios tenía un propósito al darle esos intereses natos. Su latido emocional es la segunda clave para entender su molde para servir. No ignore sus intereses. Considere cómo pueden ser usados para la gloria de Dios. Hay una razón por la que le gusta mucho hacer estas cosas.
Repetidamente la Biblia dice, "Sirvan al Señor con todo el corazón." 13 Dios quiere que lo sirva apasionadamente, no obligadamente. Son raras las personas que sobresalen porque hacen tareas que no disfrutan hacer o por las que no sienten pasión. Dios quiere usar sus intereses naturales para que le sirva a El y a otros. Escuchar sus impulsos internos puede apuntarle al ministerio que Dios dispuso que tuviera.
¿Cómo sabe cuándo es que está sirviendo a Dios de corazón? La primera señal obvia es su entusiasmo. Cuando está haciendo lo que mucho le gusta hacer, nadie tiene que motivarlo o retarlo o ver si lo está haciendo. Lo hace por puro deleite. No necesita recompensas o aplausos o remuneración porque le fascina servir de esa manera. Lo opuesto también es verdad: cuando su corazón no está en lo que está haciendo, se desanima fácilmente.
La segunda característica de servir a Dios de corazón es su efectividad. Cuando hace lo que Dios lo preparó que le fascinara, se hace bueno a eso. La pasión motiva a la perfección. Si no le importa una tarea, es muy probable que no será excelente en ella. En contraste, los que alcanzan grandes logros en cualquier campo son aquellos que lo hacen porque sienten pasión, no porque se sienten obligados o porque esperan una ganancia.
Todos hemos oído a personas que dicen, "Acepté un trabajo que detesto para poder hacer un montón de dinero, para que un día pueda renunciar y haga lo que me fascina hacer." Ese es un grave error. No desperdicie su vida en un trabajo que no expresa su corazón.
Recuerde, las mayores cosas de la vida no son las cosas. Ser significativo es mucho más importante que el dinero. El hombre más rico del mundo una vez dijo, "Una vida sencilla en el temor de Dios es mejor que una vida de riquezas con una tonelada de dolores de cabeza." 14
No se conforme con sólo lograr "la buena vida," porque la buena vida definitivamente no es suficiente. En última instancia no satisface. Puede tener mucho de qué vivir y aún así no tener nada para qué vivir. Más bien haga su objetivo "la mejor vida" – servir a Dios de una forma que exprese su corazón. Descubra lo que más le fascina hacer – lo que Dios le puso en su corazón para que haga – y después hágalo para Su gloria.

Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar: Fui moldeado para servir a Dios.
Un Versículo Para Recordar: "Dios trabaja por medio de diferentes personas en diferentes maneras,
pero es el mismo Dios el que lleva a cabo su propósito a través de todas ellas." 1 Corintios 12 6 (Ph)
Una Pregunta Para Considerar: ¿En qué formas me puedo ver sirviendo a otros apasionadamente
y con deleite?


Publicado por: Edgar Peroza "Edu"

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martes, 24 de marzo de 2009

Dia 29. Acepta tu asignación

PROPOSITO # 4




USTED FUE MOLDEADO
PARA SERVIR A DIOS

Somos simplemente siervos de Dios....Cada uno de nosotros hace la obra que el Señor le dio que hiciera:
Yo planté la semilla, Apolo regó la planta, pero fue Dios quien hizo crecer la planta.
1 Corintios 3:5 - 6 (TEV)

Acepta tu asignaciónEs Dios mismo el que nos ha hecho lo que somos y nos ha dado una nueva vida que procede de Cristo Jesús; y desde hace muchísimo tiempo él planeó que pasáramos esta vida ayudando a otros. Efesios 210 (LB)
Te glorifiqué en la tierra al completar hasta el último detalle lo que me asignaste que hiciera. Juan 174 (Msg)
Usted fue puesto en la tierra para hacer una contribución.
No fue creado sólo para consumir recursos – sólo para comer, respirar y ocupar espacio.
Dios lo diseñó para que hiciera una diferencia con su vida. Aunque muchos de los libros que son éxitos de librería ofrecen consejos acerca de cómo "sacarle" el máximo provecho a la vida, esa no es la razón por la que Dios lo hizo a usted. Usted fue creado para añadirle a la vida de la tierra, no sólo para tomar de ella. Dios quiere que dé de lo que ha recibido. Este es el cuarto propósito de Dios para su vida y es llamado su "ministerio" o servicio. La Biblia nos da los detalles.
Fue creado para servir a Dios. La Biblia dice, "[Dios] nos ha creado para una vida de buenas obras, que él ya ha preparado para que nosotros las hagamos." 1 Estas "buenas obras" son su servicio.
Cuando sea que sirve a otros en cualquier manera, en realidad está sirviendo a Dios 2 y está cumpliendo uno de sus propósitos. En los próximos dos capítulos verá cómo Dios lo ha moldeado cuidadosamente para este propósito. Lo que Dios le dijo a Jeremías es también ver dad de usted: "Antes de hacerte en el vientre de tu madre, te escogí. Antes que nacieras, te escogí para un trabajo especial." 3 Fue puesto en este planeta para cumplir una función especial.
Fue salvado para servir a Dios. La Biblia dice, "Es él quien nos salvó y nos escogió para su obra santa, no porque nos lo merecíamos sino porque ese era su plan." 4 Dios lo redimió para que pudiera hacer Su "obra santa". Uno no recibe salvación mediante el servicio, sino que uno recibe salvación para servir. En el reino de Dios, usted tiene un lugar, un propósito, un papel y una función que realizar. Esto le da a su vida un gran significado y valor.
Le costó a Jesús su vida para comprar su salvación. La Biblia nos recuerda, "Dios pagó un gran precio por ustedes. Por lo tanto, usen su cuerpo para honrar a Dios." 5
No servimos a Dios porque sentimos culpabilidad o porque sentimos miedo y mucho menos porque nos sentimos obligados, sino porque sentimos gozo y una profunda gratitud por lo que ha hecho por nosotros. Le debemos nuestras vidas. Por medio de la salvación nuestro pasado ha sido perdonado, nuestro presente tiene sentido y nuestro futuro está asegurado.
A luz de estos beneficios increíbles, Pablo concluyó, "Debido a la gran misericordia de Dios... ofrézcanse ustedes mismos como sacrificios vivos a Dios, dedicados a su servicio." 6
El apóstol Juan enseñó que nuestro servicio amoroso demuestra que hemos recibido realmente la salvación. El dijo, "Nuestro amor por otros prueba que hemos pasado de la vida a la muerte." 7 Si no tengo amor por otros, ni deseo de servir a otros y sólo me interesan mis propias necesidades, debería de tener dudas si Cristo está realmente en mi vida. Un corazón que ha experimentado salvación es uno que quiere servir.
Otro término para servir a Dios que es malentendido por la gente es la palabra ministerio.
La mayoría de la gente, cuando oye la palabra "ministerio" piensa en pastores, sacerdotes y el clérigo profesional, pero Dios dice que cada miembro de su familia es un ministro. En la Biblia las palabras siervo y ministro son sinónimas, así como servicio y ministerio. Si es cristiano, es un ministro y cuando está sirviendo, está ministrando.
Cuando la suegra de Pedro fue sanada por Jesús, ella inmediatamente "se levantó y se puso a servir a Jesús," 8 usando el regalo de su salud recuperada. Esto es lo que hemos de hacer. Somos sanados para servir a otros. Somos bendecidos para ser una bendición. Somos salvados para servir, no para no hacer nada y sólo esperar que nos vayamos al cielo.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué Dios simplemente no nos lleva al cielo en el momento en que aceptamos Su gracia? ¿Por qué nos deja en un mundo caído? Nos deja aquí para llevar a cabo Sus propósitos. Una vez que ha sido salvado, Dios se propone usarlo para Sus metas. Dios tiene un ministerio para usted en Su iglesia y una misión para usted en el mundo.
Fue llamado a servir a Dios. Cuando era pequeño, puede que haya pensado que ser "llamado" por Dios era algo que sentían sólo misioneros, pastores, monjas y otros obreros eclesiales, pero la Biblia dice que todo cristiano es llamado a servir. 9 Su llamado a la salvación incluyó su llamado al servicio. Son lo mismo. Cualquiera que sea su trabajo o su profesión, usted ha sido llamado al servicio cristiano "tiempo completo". Un cristiano que no está sirviendo es una contradicción de términos.
La Biblia dice, "El nos salvó y nos llamó para ser su propio pueblo, no por lo que hemos hecho, sino debido a su propio propósito." 10 Pedro agrega, "Fueron escogidos para hablar de las excelentes cualidades de Dios, que los llamó." 11 Cuando está usando las habilidades que Dios le dio, está cumpliendo su llamado.
La Biblia dice, "Ahora le pertenecen a él... para que podamos ser útiles en el servicio de Dios." 12
¿Qué tanto de su tiempo está siendo utilizado en el servicio de Dios? En algunas iglesias en China, le dan la bienvenida a los nuevos creyentes diciéndoles: "Ahora Jesús tiene un nuevo par de ojos para ver, nuevos oídos para oír, nuevas manos para ayudar y un nuevo corazón para amar a otros."
Una razón por la que necesita estar conectado a una familia eclesial es para cumplir su llamado a servir a otros creyentes de maneras prácticas. La Biblia dice, "Todos ustedes juntos son el cuerpo de Cristo y cada uno de ustedes es una parte separada y necesaria de él." 13 Su servicio se necesita desesperadamente en el Cuerpo de Cristo – solamente pregúntele a cualquier iglesia local. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar y cada papel es importante. Para
Dios, ningún servicio es insignificante; todo servicio es importante.
De la misma manera, no hay ministerios insignificantes en la iglesia. Algunos son visibles y algunos no son tan visibles, pero todos son valiosos. Los ministerios pequeños o los ministerios fuera de la vista de todos a menudo son los que hacen la mayor diferencia. En mi casa, la luz más importante no es el gran candelabro que está encima del comedor sino la pequeña lámpara de noche que me ilumina para que no me tropiece cuando me levanto por la noche. No hay ninguna correlación entre la importancia y el tamaño. Todo ministerio es importante porque dependemos los unos de los otros para poder funcionar.
¿Qué pasa cuando una parte de su cuerpo deja de funcionar? Se enferma. El resto de su cuerpo sufre. Imagínese que su hígado decidiera empezar a vivir por su cuenta: "¡Estoy cansado! ¡Ya no quiero servir más a este cuerpo! Quiero descansar por un año sólo para pasar comiendo. ¡Tengo que hacer lo que más me conviene! Que otra parte tome mi lugar." ¿Qué pasaría? Su cuerpo se moriría. En la actualidad miles de iglesias locales se están muriendo -porque los cristianos no están dispuestos a servir. Se sientan en las butacas como espectadores y el Cuerpo sufre.
Fue mandado a que sirva a Dios. Jesús lo dijo con toda la claridad posible: "La actitud de ustedes tiene que ser como la mía, porque yo, el Mesías, no vine a ser servido sino a servir y a dar mi vida." 14 Para los cristianos el servicio no es opcional, como si fuera algo que deberíamos de agregar a nuestros horarios si nos sobra tiempo. Es el corazón de la vida cristiana. Jesús vino "a servir" y "a dar" -- y esos dos verbos también deberían de definir su vida en la tierra. Dar y servir resumen el cuarto propósito de Dios para su vida. Madre Teresa una vez dijo:
"Vivir santamente consiste en hacer la obra de Dios con una sonrisa."
Jesús enseñó que la madurez espiritual no es nunca un fin en sí misma. ¡La madurez es para ministrar! Crecemos para que demos. No es suficiente seguir aprendiendo más y más.
Tenemos que poner en acción lo que sabemos y tenemos que practicar lo que decimos que creemos. La impresión sin expresión causa depresión. El estudio sin el servicio produce un estancamiento espiritual. La vieja comparación del mar de Galilea con el mar Muerto sigue siendo verdad. Galilea es un lago lleno de vida que no sólo recibe agua sino que también la da. En contraste, no hay nada vivo en el mar Muerto, porque al no tener éste una salida, se ha estancado.
La última cosa que muchos creyentes necesitan en la actualidad es ir a otro estudio bíblico.
Ya saben más de lo que están poniendo en práctica. Lo que necesitan son experiencias de servicio en las que puedan ejercitar sus músculos espirituales.
Servir es contrario a nuestra inclinación natural. La mayor parte del tiempo estamos más interesados en "¡sírvannos!" que en "¡sirvamos!" Generalmente decimos, "Estoy buscando una iglesia que satisfaga todas mis necesidades y que me bendiga," pero nunca decimos, "Estoy buscando un lugar dónde servir y ser una bendición." Tenemos la expectación de que otros nos sirvan y no viceversa. Pero a medida que crecemos en Cristo, el enfoque de nuestras vidas debería de acrecentadamente cambiarse hacia el vivir una vida de servicio. Un seguidor maduro de Jesús deja de preguntarse, "¿Quién me va a satisfacer mis necesidades?" y empieza a preguntarse, "¿A quién le puedo satisfacer sus necesidades?" ¿Se hace alguna vez esta pregunta?
Preparándose Para la Eternidad
Al final de su vida se presentará ante Dios y El evaluará qué tan bien sirvió a otros con su vida. La Biblia dice, "Cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas personalmente a Dios." 15
Piense en las implicaciones de eso. Un día Dios comparará cuánto tiempo y energía gastamos en nosotros mismos con lo que invertimos sirviendo a otros.
En ese momento todas nuestras excusas por qué fuimos egoístas sonarán vacías: "Estaba muy ocupado" o "Tenía mis propias metas" o "Estaba preocupado con mi trabajo, con mi diversión o preparándome para mi jubilación." A todas las excusas Dios responderá, "Lo siento, respuesta equivocada. Yo te hice, te salvé, y te llamé y te mandé a que vivieras una vida de servicio. ¿Qué parte fue la que no entendiste?" La Biblia advierte a los no creyentes, "El derramará su furia y su ira sobre aquellos que viven para sí mismos" 16 pero para los cristianos significará una pérdida de recompensas eternas.

El Servicio Y El Significado
Va a dar su vida por algo. ¿Será por una profesión, un deporte, un pasatiempo, la fama, las riquezas? Ninguna de estas cosas tendrá una importancia duradera. El servicio es el sendero al verdadero significado. Es por medio del ministerio que descubrimos el significado de nuestras vidas. La Biblia dice, "Cada uno de nosotros encuentra su significado y su función porque somos una parte de su cuerpo." 18 A medida que servimos juntos en la familia de Dios, nuestras vidas adquieren importancia eterna. Pablo dijo, "Quiero que piensen en cómo todo esto los hace más significantes, no menos... por causa de lo que son parte." 19
Dios quiere usarlo para que haga una diferencia en Su mundo. El quiere trabajar por medio de usted. Lo que importa no es la duración de su vida sino su donación. No cuánto vivió sino cómo vivió.
Si no está envuelto en algún servicio o ministerio, ¿qué excusa ha estado usando?
Abraham era un viejo, Jacob se sentía inseguro, Lea no era atractiva, José fue abusado, Moisés era tartamudo, Gedeón era pobre, Sansón era codependiente, Rahab era inmoral, David cometió adulterio y tenía toda clase de problemas familiares, Jonás no quería cooperar, Noemí era viuda, Juan el Bautista era al menos un excéntrico, Pedro era impulsivo y explosivo, Marta se preocupaba mucho, la samaritana había fracasado en varios matrimonios, Zaqueo era impopular, Tomás tenía dudas, Pablo no tenía buena salud y Timoteo era tímido. Esta es una gran variedad de personas malajustadas, pero Dios usó a cada una de ellas para Su servicio. Él lo usará a usted también, si deja de dar excusas.

Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar: El servicio no es opcional.
Un Versículo Para Recordar: "Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que las hiciéramos." Efesios 210 (NIV)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Qué es lo que me está impidiendo aceptar el llamado de Dios a servirle?

Publicado por: Edgar Peroza "Edu"

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